A diferencia de los estudios convencionales basados en los textos y datos numéricos, en la psicosociología visual el investigador emplea las imágenes como fuente de datos y se centra en los iconos como instrumentos de investigación de los hechos sociales. Enfoca la imagen como una interpretación del mundo desde el punto de vista del fotógrafo/investigador; y al análisis de la misma, como la interpretación de otra interpretación (metainterpretación). Aunque se considera que mirar no es una práctica que deba aprenderse (instintiva), ver bien con un ojo psicosociológico, demanda un aprendizaje que se puede adquirir metodológicamente. Siguiendo a Pierre Bourdieu, el ojo sociológico es la mirada de la razón. De esta forma la psicosociología visual observa al mundo tal como es y mira las causas por las que ha llegado a ser lo que es, en el sentido propio de Espinoza.
El caso que traemos a colación hoy, dentro de este paradigma, es la violencia doméstica que suele ser entendida como la ejercida por el macho sobre la hembra en la especie humana, cuando se produce en sentido contrario las reacciones son al menos contradictorias.
Un ejemplo de lo que estamos describiendo lo podemos visualizar en el siguiente vídeo en Youtube: